Juan López
“Todo tiene su final,
nada dura para siempre”: axiomático mensaje de la hermosa canción de
Héctor Lavoe, “cae como anillo al dedo” del Partido Revolucionario
Dominicano (PRD) y Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) que, a propósito
del tsunami que les significaron los resultados de las pasadas elecciones
municipales, congresuales y presidenciales, están en la fase final del ciclo de
la vida (nacer, crecer, reproducir, envejecer y morir). ¡Llegaron a su
final político!
Nacieron en el pasado
siglo XX (PRD-1939 y PRSC-1964), crecieron, fueron predominantes durante
décadas, gobernaron el país por más de 34 años (PRSC-22 años con Joaquín
Balaguer y PRD-12 años y 7 meses con Juan Bosch, Antonio Guzmán, Jacobo
Majluta, Jorge Blanco e Hipólito Mejía). Mediante diferentes crisis, se “reprodujeron” en
varios partidos. Empezaron a languidecer (PRSC en 2004 y PRD en 2014) con
la secuela histórica de las votaciones hasta las elecciones de 2024 que han
obtenido (PRSC-0.91 % y PRD-0.45 %) pobrisimos resultados son muy
elocuentes: ¡PRD y PRSC tocaron fondo!
No fue necesario usar
“una bola de cristal” para pronosticar el final político de ambos partidos. Era
suficiente observar con objetividad el accionar de sus principales líderes
(PRD-Miguel Vargas y PRSC-Quique Antún) así como las estrategias, negociaciones
y confusas alianzas electoreras por las que transitaron que, inequívocamente,
les condujeron al fondo del abismo.
Contrario a los supremos
intereses de la nación, en el PRD-Miguel Vargas y PRSC-Quique Antún
primaron los intereses personales y grupales, espurias negociaciones, ácidas
confrontaciones internas por el control de las franquicias, ambiciones y
quisquillas personales.
En la reflexión que
publicamos en este importante medio de comunicación, el 20 de febrero de 2020,
pronosticamos el final de ambos partidos en los siguientes párrafos:
“…Los comicios del 2020
profundizaron el proceso de extinción en que se encuentran el PRD y PRSC,
como consecuencia de las rebatiñas internas, incapacidad política de sus
dirigentes, la desconexión socio-política con la época y la desvinculación de
los intereses de la nueva sociedad, en especial de las aspiraciones de la
juventud.
“Las crisis por las que
atraviesan el PRD y PRSC, con frecuentes cuestionamientos contra sus
principales dirigentes, incluso pidiéndoles sus renuncias, proyectan la
inminencia de nuevas e importantes luchas por el control de las lánguidas
estructuras que todavía les quedan, lo cual vislumbra un futuro incierto
y acelera el proceso de extinción que padecen ambas organizaciones.
“La anterior afirmación
también se fundamenta en los ridículos porcentajes que obtuvieron el PRD
(2.76 %) y el PRSC (1.78 %) en las pasadas elecciones 2020, gracias a lo cual
perdieron la categoría de partidos mayoritarios, por lo que dejarán de
percibir las millonarias asignaciones que les entregaba la JCE, por
lo que menguaron las muy limitadas actividades que esas dos
entelequias políticas realizaban.”
“Todo tiene su final,
nada dura para siempre”: Para el pueblo, y en especial para la
sociedad política dominicana, a los partidos PRD y PRSC ¡les llegó
su final!
Esta reflexión tiene el
propósito de llamar la atención de los líderes y dirigentes del PLD, para que
se vean en esos dos espejos; porque a partir del 2015 y 2019, lamentablemente,
empezaron a transitar por los negativos derroteros del PRD y PRSC que,
Independientemente de nuestros deseos, conducirán a la
extinción de la estrella amarilla, principal obra política del inmenso e
inmortal Prof. Juan Bosch.