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El color de sapos y ranas les ayuda a combatir los cambios ambientales y los patógenos

Color de sapos y ranas


El color y sus variaciones en la piel de las ranas y los sapos podría ser una herramienta clave para combatir el estrés ambiental y luchar contra los patógenos, según un estudio publicado este martes en la revista Nature Communications.

El estudio, basado en datos del 41 por ciento de las especies de anuros (ranas y sapos) que hay en el mundo, sugiere que el color de piel en estos anfibios puede influir en su capacidad para sobrevivir en un clima cambiante.

En el mundo hay más de 5,000 especies de anuros -ranas y sapos-, un grupo diverso con una notable variedad de colores.

Algunas especies son de colores brillantes para advertir a sus depredadores de que son venenosas, mientras que otras están bien adaptadas para camuflarse con el entorno y pasar desapercibidas.

Estudios anteriores a pequeña escala y sobre otros animales han sugerido que la coloración podría desempeñar un papel importante más allá de estas funciones especializadas en los anuros, pero para comprobarlo es necesario estudiar un gran número de especies y en una amplia gama de condiciones ambientales.

El nuevo trabajo, liderado por Ricarda Laumeier, de la Philipps-Universität Marburg (Alemania) y hecho en colaboración con científicos de la Universidad de Yale (Estados Unidos) ha estudiado hasta qué punto la luminosidad del color en ranas y sapos está relacionada con el control de la temperatura, la protección contra la radiación ultravioleta B (UVB) y la resistencia a los patógenos.