Entre 2 Dos

El 70 % de niños con adicción a la tecnología y el 80 % que sufre sexting tienen un bajo rendimiento académico

Niños utilizando pantallas en el colegio


Un 69,8 % de los niños y adolescentes con adicción a la tecnología y un 80% de quienes han sido víctimas de sexting no consentido presentan un bajo rendimiento académico.

Así lo revela el informeTecnología. Impacto en la infancia y la adolescencia en España, según su testimonio, elaborado por el Centro de Estudios e Investigación ANAR y presentado este martes por la Fundación ANAR. El estudio se basa en el análisis de 11.164 casos atendidos a través de las Líneas de Ayuda ANAR entre junio de 2023 y junio de 2024.

Durante la presentación, Diana Díaz, directora de las Líneas de Ayuda ANAR, explicó que los menores con adicción a la tecnología muestran dificultades para concentrarse y prestar atención a sus estudios.

El informe destaca que en «el 56,4 % de los casos analizados» (6.300 en total), el uso inadecuado de las Tecnologías de la Relación, la Información y la Comunicación (TRIC) fue un factor que originó o agravó el problema por el cual se solicitó ayuda.

Falta de atención psicológica

Uno de los hallazgos más preocupantes es que el 54,5 % de los menores con problemas relacionados con la tecnología no recibe «ningún tipo de atención psicológica», apunta.

El estudio concluye que el uso inadecuado de la tecnología está presente en muchas de las dificultades que afectan a la infancia y la adolescencia. En algunos casos, la tecnología ha dado lugar a problemas antes inexistentes, como el «ciberbullying, la adicción a dispositivos digitales, el ciberacoso, el grooming y el sexting no consentido».

En otros escenarios, la tecnología agrava situaciones preexistentes, especialmente en casos de violencia, pornografía y prostitución (87,5 %), violencia de género (76,7 %), expulsión del hogar (64,1 %) y maltrato psicológico (60,8 %).

En cuanto a la salud mental, se ha identificado un impacto significativo en «problemas de conducta (64,2 %), ideación e intentos de suicidio (61,7 %) y autolesiones (54,5 %)». Asimismo, el uso inadecuado de la tecnología juega un papel clave en «desapariciones de menores (75,4 %) y conflictos legales (52 %)», como suplantación de identidad con IA, amenazas y coacciones entre progenitores.

Relación entre conducta suicida y uso de la tecnología

Diana Díaz subrayó que la conducta suicida está presente en todas las problemáticas relacionadas con la tecnología, ya sea como causa directa o indirecta. «Nos encontramos con menores que atraviesan situaciones extremas en soledad, sin apoyo profesional ni supervisión en el uso de la tecnología, y sin saber cómo pedir ayuda», advierte.

El perfil más común entre los casos atendidos corresponde a niñas y adolescentes mujeres (63,8 %), excepto en la adicción a la tecnología, donde la incidencia es mayor entre varones (54,6 %). La edad media de los afectados es de 12,5 años, con un rango entre 9 y 16 años. En problemas como ciberacoso y grooming, la media de edad tiende a ser ligeramente mayor.

También se observa que estos problemas son más frecuentes en familias monoparentales (58,3 %) y con custodia compartida (60,1 %), en comparación con aquellas donde conviven ambos progenitores.

El 79,7 % de los casos analizados presenta un alto nivel de gravedad, mientras que el 71,8 % son considerados urgentes. Además, el 65,4 % de estas situaciones se prolonga por más de un año y en el 70,7 % de los casos, los hechos se repiten diariamente.

La insatisfacción con la vida escolar es otro de los problemas derivados del mal uso de la tecnología: el 56,4 % de los menores manifiesta sentirse descontento con su experiencia educativa, cifra que se eleva al 77 % en casos de ciberbullying y al 75 % en sexting no consentido.

La persistencia de estos problemas está estrechamente vinculada a la falta de intervención temprana, el silencio que rodea muchas de estas situaciones y la normalización de ciertos comportamientos en el entorno digital.

La respuesta de ANAR: intervención multidisciplinaria

Ante este panorama, la intervención de ANAR ha debido intensificarse. Casi tres de cada cuatro casos atendidos (73,5 %) requieren orientación psicológica, jurídica y social simultáneamente, lo que representa la asistencia más completa que brindan las Líneas de Ayuda ANAR. «Nos enfrentamos a casos más graves, urgentes y difíciles de abordar», subraya Díaz.

Recomendaciones: prevención, acompañamiento y regulación

Sonsoles Bartolomé, directora jurídica de las Líneas de Ayuda ANAR, presentó un conjunto de recomendaciones dirigidas a diversos actores: menores, familias, profesionales de la infancia, empresas tecnológicas e instituciones públicas.

«Es fundamental actuar desde distintos frentes: prevenir en las aulas, acompañar desde las familias, regular de manera efectiva el entorno digital y exigir responsabilidad a las plataformas tecnológicas», explica.

El documento recoge más de 100 recomendaciones, entre ellas:

-Establecer normas claras sobre el uso de la tecnología en el hogar.

-Fomentar una comunicación abierta entre padres e hijos sobre la vida digital.

-Incluir educación digital, social y afectivo-sexual desde edades tempranas en los centros educativos.

-Capacitar al profesorado en competencias digitales actualizadas.

-Garantizar la presencia del Teléfono y Chat ANAR en todas las aulas, tal como establece la LOPIVI en su artículo 17.

- Exigir mayor responsabilidad ética a las empresas tecnológicas en el diseño de contenidos y sistemas de recompensa, así como en la implementación de mecanismos de ayuda efectivos.

- Aprobar y aplicar de manera efectiva una Ley Orgánica para la protección de los menores en entornos digitales, con un enfoque basado en derechos y participación infantil.

El informe enfatiza la necesidad de un esfuerzo conjunto para garantizar un uso seguro y saludable de la tecnología en la infancia y la adolescencia.