Noemi Herrera
En los últimos años, con la importancia que han cobrado las redes sociales, sobre todo la plataforma de Twitter, esta herramienta ha alcanzado una preponderancia tal, que se ha convertido en un instrumento de trabajo personal y para empresas del sector público y privado.
Ante esta ola de modernidad impulsada por el desarrollo de la tecnología y la comunicación, los medios tradicionales impresos, radiales y televisivos han tenido que adaptarse y montarse en la ola.
Es por ello, que las noticias evolucionan de manera rápida,
con el agravante que ha sido dejado de lado el tamiz profesional para confirmar
una información en su fuente primaria, como se hace en el periodismo de la vieja
escuela.
Twitter, herramienta que con 140 caracteres hoy en día es utilizado por presidentes y funcionarios como una manera de mantenerse cerca de la gente y poder interactuar con ellos, como el es el caso del ex presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, que en su campaña presidencial generó millones de opiniones positivas con un solo twitter colgado en su, donde muchos entendidos en materia de marketing aseguran que le ayudó a ganar el apoyo de los votantes norteamericanos.
Con un twitter puedes interactuar y en el caso de los medios de comunicación informar; pero lo malo de esto es que cuando un tema alcanza cierta preponderancia o morbo, los ciudadanos con acceso a esta plataforma se montan en la cresta de la ola de opinión sin analizar el contenido, dando como bueno y válido lo que se dice de un hecho o información.
Esta semana vimos cómo, sin el menor cuidado, la organización sin fines de lucro Jompeame, plataforma que opera como intermediaria en procesos de recaudación de fondos requeridos por ciudadanos con limitaciones económicas para enfrentar distintos problemas y que, a veces, involucran al Departamento de Niños, Niñas y Adolescentes.
En esta ocasión expuso en las redes el caso de una menor de nueve años, que fruto de una violación quedó embarazada y, sin el menor pudor y violando todos los artículos de la ley 136-03 sobre el Sistema de Protección del Menor, esta niña fue expuesta a tal punto que el agresor escapó de las autoridades, sin que hasta el momento pueda ser apresado y pagar por su delito.
Eso pasa cuando nos montamos en la cresta de la ola mediática sin verificar sus implicaciones y sin cuidado del contenido, haciendo un tema tendencia sin tomar en cuenta cuan dañino puede ser montarte en una cresta de opinión que, en vez de ayudar, lo que hace es empeorar la situación.
En el ejercicio de un periodismo ortodoxo, tal y como dicen muchos letrados en esta materia, se toman en las medidas de proteger la imagen del menor afectado para que el mismo no sea revictimizado, además de tomar en cuenta las leyes establecidas en el Código Procesal Penal y tratar el tema con la delicadeza que los casos lo requieren.
Si bien es cierto que en las redes puedes asumir una postura que ayuda a la solución de algún conflicto, muchas veces esas posturas han torcido el pulso a las autoridades ante cualquier demanda o injusticia que se cometa; pero también es cierto que se debe tomar en cuenta los parámetros judiciales, de manera que el ciudadano evite montarse en la cresta de la ola que se promueven en las redes donde, por lo general, se hace más mal que bien.
Lo recomendable es no multiplicar alegremente
contenidos por moda y confirmar las fuentes primarias de información y, en los
casos que sea requeridos, consultar las leyes y reglamentos para que nuestras
posturas en las redes sociales tengan el peso requerido y de esa forma te ganas
el respeto de tus seguidores.