Senado de la republica
Tras las recientes declaraciones de la Asociación Nacional de Empresas e Industrias de Herrera (ANEIH) sobre que no buscan eliminar la cesantía, sino modificarla para que se adapte a las exigencias del mundo laboral y fortalezca los sectores productivos de la región, algunos sindicalistas expresaron su opinión al respecto.
Para el presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS), Rafael Abreu, este tema ha sido debatido profundamente desde el 2013 por las partes involucradas y no es necesario conversarlo más.
“Al tema de la cesantía no le hace falta más diálogo; este proceso inició en el año 2013, por lo que tanto los empleadores como nosotros hemos debatido profundamente el tema”, manifestó en un comunicado.
Mediante una rueda de prensa con los medios, ANEIH planteó tres propuestas que consideran necesarias para ser tomadas en cuenta en este nuevo código con respecto a la cesantía laboral e hicieron una invitación a los sectores de oposición para que dejen de lado posturas “rígidas” e inciten a un diálogo más abierto para sellar el tema y llegar a una conclusión definitiva.
A grandes rasgos, la asociación explicó que la cesantía debe tener un tope máximo de seis años de antigüedad en el cálculo de sus indemnizaciones por despido, que las empresas puedan pagar la cesantía de manera fraccionada, hasta en 90 días, y que el período de prueba pueda extenderse hasta los seis meses para que las instituciones decidan si contratarán o no al empleado.
Sin embargo, Abreu indicó que estas propuestas se caracterizan por la inconsistencia y contradicción, señalando que las mismas benefician más al sector empresarial que a los trabajadores y no está en “condiciones de aceptar marrulla, ni chancullo, ni trampa”.
Al exponer su opinión de cada una de las iniciativas, acusó a su presidente, Angelo Viró, de callar por conveniencia, pues sus demás compañeros proponen pagar las prestaciones sobre la base de los salarios mínimos correspondientes a las diferentes áreas de la economía en que se subdividen las diferentes tarifas del salario mínimo del Comité Nacional de Salarios.
“Exhortamos a los industriales de Herrera: mejor dediquen grandes esfuerzos a levantar esa zona industrial que bastante ha decaído y estamos seguros de que no es por el tema de la cesantía, sino debido a la falta de inversiones que empujan su nivel de desarrollo y, como colofón, les recuerdo que en esa zona industrial todos los sindicatos fueron destruidos, al punto que el único que se mantiene es el de los empresarios”, sostuvo en el comunicado.
Respetar el diálogo
Por su parte, el político Rafael Alburquerque insistió en que si hubo un acuerdo entre el sector empleador y trabajador durante el proceso de elaboración de la reforma laboral, el rol del Congreso es reportarlo y procurar que se mantenga.
“La opinión que tengo es que eso no se acordó en el diálogo; como no se acordó en el diálogo, pues no debe entonces introducirse en el proyecto de ley. Mi recomendación sería que el sector empleador de Herrera pidiera que se convoque un diálogo adicional para discutir esos temas. Pero este acuerdo hay que respetarlo porque, si no se respeta, entonces, ¿qué sentido tendría el diálogo social en la República Dominicana? “Hay que respetar el diálogo”, declaró.
Expresó que, gracias al código de trabajo, realizado en el 1992, la paz social se mantiene en el país y cualquier modificación que se quiera hacer a la misma debe ser siempre con un diálogo de por medio.
Aclaró que el proyecto de reforma que se encuentra en el Congreso beneficia al sector empleador y, desde su posición, cualquier modificación a realizar debe ser consensuada mediante un nuevo acuerdo.