Junior Caminero
El nombre de Junior Caminero ha dado la vuelta al mundo en las últimas horas. Y no es para menos. El joven pelotero logró lo que cualquier niño amante del béisbol sueña: conectar un cuadrangular por los 411 del estadio Quisqueya, en el noveno inning de un séptimo juego de la serie final, contra el equipo archirrival que ha sido su pasión desde niño.
Este histórico jonrón le dio al Escogido su título número 17 en la Liga Dominicana de Béisbol Profesional (LIDOM), pero lo que realmente ha capturado la atención no es solo su hazaña deportiva, sino la historia de vida detrás de este joven talento.
Un sueño de familia y sacrificios
Desde muy joven, Junior Caminero tuvo claro su propósito: sacar a su familia adelante. Hijo de un camionero y una fisioterapeuta, creció viendo el esfuerzo constante de sus padres. A pesar de las dificultades, siempre soñó con que algún día sus padres no tendrían que trabajar más. En una reciente entrevista para Abriendo el Podcast, Caminero recordó cómo su padre trabajaba en la compañía Mercasid, y cómo él mismo fue ayudante en algunos viajes, incluyendo recorridos hasta Haití.
“Cuando yo firmé, cuando llegué a las Grandes Ligas, le dije a mi mamá y mi papá: ‘No quiero que trabajen, ya ustedes han hecho demasiado, ahora vivan de mí”, confesó el pelotero a los cronistas Vian Araujo y Ricardo Rodríguez.
Un camino de sacrificio
Caminero nació en Los Ríos, un sector popular de Santo Domingo, donde pasó gran parte de su infancia. Más tarde se mudó a Manoguayabo, y posteriormente retornó a Los Ríos, al sector de la 800, hasta que firmó profesionalmente y se mudó al Naco.
Su firma con los Guardianes de Cleveland en 2019 por un bono de 80,000 dólares marcó el primer gran paso hacia su sueño. Sin embargo, Junior tomó una decisión sorprendente: no tocó el dinero de su bono de firma.
“Yo no le puse la mano. Yo le entregué el dinero a mi papá y nunca toqué eso. Mi papá se encargó de economizar ese dinero, de sacarle provecho, de construir una casa, y yo vine a obtener mi primer iPhone con mi primer sueldo en la Liga de Verano de aquí”, relató el talentoso jugador.
La familia, pilar fundamental de su éxito
Desde que comenzó a ganar notoriedad, especialmente durante el Draft de Novatos 2023 de la LIDOM, quedó claro que sus padres jugaron un papel clave en su desarrollo. Su padre lo llevaba al play desde pequeño y le inculcó su amor por el Escogido. Su madre, aunque hasta ese momento fanática del Licey, siempre apoyó su sueño de ser pelotero.
“Caminero siempre ha sido un niño especial. Desde pequeño resaltaba en las ligas en las que jugaba, siempre soñó con esto, y me siento muy orgullosa de que lo que está logrando. Él es un buen hijo, no tengo ninguna queja de él, y sé que Dios me lo va a seguir bendiciendo”, expresó Yeudy Sánchez, madre del pelotero, durante la Serie Final.
La emoción de Yeudy fue palpable cuando, tras el jonrón que selló el campeonato del Escogido, las lágrimas de alegría no pudieron ser contenidas. Estuvo presente en cada uno de los siete partidos de la final, viviendo intensamente cada turno de su hijo.
El futuro de Caminero en las Grandes Ligas
Con apenas 21 años, Caminero ya se ha consagrado como una de las grandes figuras del béisbol dominicano. Su destacada actuación en el Round Robin y la Serie Final será recordada en la historia, pero su mirada está fija en las Grandes Ligas.
Se espera que en la temporada 2025, Caminero sea el tercera base titular de los Tampa Bay Rays, un equipo que proyecta construir su alineación alrededor de su talento. Con su poder, disciplina y madurez, Tampa confía en que Caminero se convertirá en el jugador franquicia del equipo en los próximos años.
El futuro de Junior Caminero está lleno de promesas, y su historia de persev