Hipólito Mejía
Santo Domingo, República Dominicana – Las declaraciones de la exdiputada y directora de Supérate, Gloria Reyes, sobre la ausencia de figuras femeninas presidenciables para el 2028, han generado una ola de reacciones en el ámbito político. En esta ocasión, el expresidente Hipólito Mejía se pronunció al respecto, cuestionando las afirmaciones de Reyes y defendiendo a su hija, la alcaldesa del Distrito Nacional y secretaria general del PRM, Carolina Mejía, como una potencial candidata presidencial.
Con su estilo característico, Mejía expresó:
“Gloria es prima mía doble, pero ella está perdía siempre, siempre ta perdía. Quizás ella está pensando por ella misma, eso que dice es una provocación.”
El exmandatario destacó la trayectoria de Carolina Mejía, subrayando su liderazgo y proyección política dentro del Partido Revolucionario Moderno (PRM). Según Mejía, su hija reúne las cualidades necesarias para aspirar a la Presidencia de la República, aunque reconoció que aún queda un largo camino para las definiciones del 2028.
En días recientes, Gloria Reyes afirmó que actualmente no existen mujeres con suficiente proyección política para optar por la candidatura presidencial en las próximas elecciones. Sus comentarios han provocado debates tanto a favor como en contra en diversos sectores políticos y sociales.
Carolina Mejía, quien en 2020 hizo historia al convertirse en la primera mujer en ocupar la Alcaldía del Distrito Nacional, es una figura destacada dentro del PRM. Su gestión ha sido valorada por su enfoque en la modernización de la ciudad y la cercanía con los ciudadanos, lo que algunos consideran fortalezas de cara a un eventual proyecto presidencial.
Aunque las elecciones de 2028 aún parecen lejanas, el debate sobre las posibles candidaturas y el papel de las mujeres en la política dominicana continúa ganando relevancia. Tanto Reyes como Mejía representan voces importantes dentro del PRM, y este cruce de opiniones resalta las dinámicas internas del partido y el futuro liderazgo en el país.
Independientemente de las diferencias, ambos liderazgos abren la puerta a reflexionar sobre la participación femenina en los más altos niveles de la política nacional.